El miedo me da miedo...
¿Tú me entiendes no? ya, claro... yo tampoco. Lo cierto es que nunca he entendido el miedo, quizás por eso nunca he tenido la sensación de sentir realmente el miedo en mi interior. Claro que me he asustado, sobre todo cuando era niño, de alguna noche demasiado oscura para mi gusto o alguna tormenta demasiado ruidosa. Pero no es a eso a lo que me refiero. Eso es algo que todos hemos experimentado alguna vez, pero no es el miedo al que me refiero. Me refiero al miedo.
El miedo es algo que te angustia , que hace mella en tu ánimo a la vista de un riesgo real o imaginario. O la aprensión que alguien siente a que le suceda algo contrario a lo que desea (al menos eso dicen mis amigos de la RAE). Miedo, para mí, es imaginarse una cosa cuando podrías vivirla... o ni siquiera imaginarla cuando lo único que puedes hacer es eso.
Son las razones que da tu cabeza para asegurarte que lo que opina tu corazón es irrealizable, inalcanzable o demasiado arriesgado como para intentarlo. Es la razón, fría y calculadora, frente al corazón, impetuoso y apasionado. Es la ansiedad del que siente, el que vive y desea pero piensa, medita y calcula cuando quizás no debería molestarse en hacerlo. O quizás sí...
Creo que esa es la razón por la que yo no tengo miedo. Me explico. No concibo la vida sin objetivos, sin metas, sin sueños que cumplir y que cada día o cada noche veo más cerca que el anterior (eso cuando me dejan), sin esas cosas por las que luchar y sin las cuales la vida sería gris. Y una vida gris, créeme, da mucho más miedo que intentar alcanzar la paleta que te permita pintarla de verde (llegados a este punto elija el lector el color idóneo sin más esfuerzo que el de sustituir la palabra verde en un sencillo ejercicio de abstracción por cualquier otro tono del espectro visible de los colores). Es por eso que no tengo miedo, porque las metas y sueños del mañana son mi vida hoy. Mis esfuerzos y sacrificios, que me hacen estar vivo hoy, traerán como recompensa las alegrías del mañana. Y para mí eso vale tanto la pena, merece tanto el esfuerzo que mi cabeza no tiene nada que decir. Si el corazón dice: a por ello. Adelante!
Porque... ¿de qué me sirve a mí tener miedo?
¿Tú me entiendes no? ya, claro... yo tampoco. Lo cierto es que nunca he entendido el miedo, quizás por eso nunca he tenido la sensación de sentir realmente el miedo en mi interior. Claro que me he asustado, sobre todo cuando era niño, de alguna noche demasiado oscura para mi gusto o alguna tormenta demasiado ruidosa. Pero no es a eso a lo que me refiero. Eso es algo que todos hemos experimentado alguna vez, pero no es el miedo al que me refiero. Me refiero al miedo.
El miedo es algo que te angustia , que hace mella en tu ánimo a la vista de un riesgo real o imaginario. O la aprensión que alguien siente a que le suceda algo contrario a lo que desea (al menos eso dicen mis amigos de la RAE). Miedo, para mí, es imaginarse una cosa cuando podrías vivirla... o ni siquiera imaginarla cuando lo único que puedes hacer es eso.
Son las razones que da tu cabeza para asegurarte que lo que opina tu corazón es irrealizable, inalcanzable o demasiado arriesgado como para intentarlo. Es la razón, fría y calculadora, frente al corazón, impetuoso y apasionado. Es la ansiedad del que siente, el que vive y desea pero piensa, medita y calcula cuando quizás no debería molestarse en hacerlo. O quizás sí...
Creo que esa es la razón por la que yo no tengo miedo. Me explico. No concibo la vida sin objetivos, sin metas, sin sueños que cumplir y que cada día o cada noche veo más cerca que el anterior (eso cuando me dejan), sin esas cosas por las que luchar y sin las cuales la vida sería gris. Y una vida gris, créeme, da mucho más miedo que intentar alcanzar la paleta que te permita pintarla de verde (llegados a este punto elija el lector el color idóneo sin más esfuerzo que el de sustituir la palabra verde en un sencillo ejercicio de abstracción por cualquier otro tono del espectro visible de los colores). Es por eso que no tengo miedo, porque las metas y sueños del mañana son mi vida hoy. Mis esfuerzos y sacrificios, que me hacen estar vivo hoy, traerán como recompensa las alegrías del mañana. Y para mí eso vale tanto la pena, merece tanto el esfuerzo que mi cabeza no tiene nada que decir. Si el corazón dice: a por ello. Adelante!
Porque... ¿de qué me sirve a mí tener miedo?
4 comentarios:
que gran verdad. tengo que decirte que los sueños se alcanzan, desde que he venido a madrid he conseguido alcanzar muchos de ellos.
Para mi el miedo es ignorancia, tenemos miedo a aquello q no conocemos, es decir, nos da miedo la muerte, porque nadie nos cuenta lo que pasa después, sin embargo, los q creen saber lo que pasa, ya no la temen, si tememos decir algo a alguien es porque no podemos asegurar la respuesta, y no podemos controlar nuestras reaciones a ella, eso nos crea temor... creo q si te molestas en conocer, no tendrás que temer nada.
Vale, ya estamos en paz xD.
No me ha llevado mucho tiempo, porque no escribes ni la mitad de lo que deberías, a la vista de cómo lo haces...
Me encanta tu forma positiva de enfrentarte al miedo!!
Pero de verdad no sientes miedo??
Pasion_de_vivir
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